Algo de Salsa Venezolana

martes, 1 de septiembre de 2015

La Charanga

Charanga. Tipo de Orquesta que aparece a principios del siglo XX. Llamada también Orquesta Típica o Francesa. Al principio, una charanga estaba formada por una flauta, un violín, un piano, un contrabajo, un timbal criollo y un güiro; hoy día la formación a evolucionado y se caracteriza por la presencia de uno o varios violines. Su origen se debe a la inclusión de instrumentos europeos más idóneos para la interpretación del Danzón, tales como los violines y la flauta. Los ritmos derivados del Danzón, como el Chachachá, son tocados por Charangas, aunque el nombre se popularizó en los sesentas gracias a la controversia generada en Nueva York por su similitud nominal con la Pachanga. De tal forma, el tema famoso de Joe Quijano, «La Pachanga se baila así», decía: Hay una discusión en el Barrio de cómo se baila pachanga. Hay una confusión en el barrio, que creen que charanga es pachanga. Una charanga es la orquesta que está de moda y una pachanga es el baile que se baila ahora.
Algunas otras definiciones:
1. Según la ENCICLOPEDIA UNIVERSAL ILUSTRADA, el término charanga (en Francia: Fanfare; en Italia: Fanfara; en Inglaterra: Brass-band; en Alemania: Feldmusik; en Cataluña: xaranga; en Euskadi: Militamuziko) tiene su raíz etimológica en la palabra latina: “clangere”, que al parecer significa “tocar la trompeta”. Su definición sería la siguiente: “Música militar compuesta sólo de instrumentos de metal y de madera, no entrando para nada en ella los de percusión”. Y sigue explicando lo siguiente: “Las charangas son las músicas militares que en España usan los batallones de cazadores de infantería o cuerpos ligeros, y sólo constan de instrumentos de metal y madera. (Quizás sea una definición muy antigua).  2. Según el DICCIONARIO DE LA MÚSICA ESPAÑOLA E HISPANOAMERICANA: “Denominación utilizada para referirse a determinadas agrupaciones musicales de España e Hispanoamericana” / Definición de Felipe Pedrell (compositor y musicólogo español pionero del resurgimiento de la música española durante la segunda mitad del S. XIX) en su Diccionario técnico de la música: “Música de regimiento compuesta únicamente de instrumentos de metal y de madera, sin usar los de percusión como en las Bandas” / “El conjunto instrumental que forma la charanga es: requinto, flautín, flauta, clarinetes, saxofón, fiscornos, cornetines, trompas, trombones, barítonos, bombardino y bajos. La charanga tuvo vida sobre todo a lo largo del S. XIX, dando lugar a numerosas composiciones para este conjunto” / “En Colombia es el nombre arcaico con el que se designa en el departamento de Nariño a los conjuntos musicales utilizados en las procesiones religiosas. En otras regiones colombianas este tipo de agrupación recibe el nombre de chirimía. Usualmente está formada por instrumentos de viento y percusión. Se entiende también por tal las agrupaciones de música popular bailable tipo salsa que utilizan como instrumental melódico básico los violines y la flauta. Entre estas agrupaciones destaca la Charanga de la Candela, de Santafé de Bogotá” / “En Cuba es muy importante LA CHARANGA HABANERA, una Agrupación de música popular bailable creada en 1988”.

3. Según el Diccionario Musical de LA GRAN MÚSICA PASO A PASO: “Conjunto instrumental popular con instrumentos de viento, madera y percusión, de carácter improvisatorio” .4. Según el Diccionario Musical de la Enciclopedia AUDITORIUM (CINCO SIGLOS DE MÚSICA INMORTAL): “Conjunto de instrumentos de la familia de viento (metal y madera), similar a la Banda pero con menos integrantes (entre 25 y 30). Normalmente comprende los siguientes instrumentos: flautín, flauta, requinto, clarinete, saxo contralto (alto), saxo tenor, corneta o trompeta, trompa, fiscorno, trombón, bombardino y, a veces, percusión. Suele actuar en audiciones al aire libre. Conocido en toda Europa, es muy popular sobre todo en el norte de Inglaterra”.5. Según el Diccionario LAROUSSE de la Lengua Española: “Conjunto musical que consta sólo de instrumentos de viento, especialmente de metal / Orquesta popular”.6. Según el Gran Diccionario Enciclopédico de AGOSTINI: “Conjunto de instrumentos de viento, de origen militar, para tocar al aire libre / Música para este conjunto / Orquesta popular / En América: Fiesta familiar con baile”.7. Según la GRAN ENCICLOPEDIA UNIVERSAL: “Música militar que consta sólo de instrumentos de viento / Por extensión, cualquier otra música de igual composición / Grupo musical de carácter jocoso”.8. Según la ENCICLOPEDIA UNIVERSAL SOPENA: “Música militar que se diferencia de la Banda en que sólo tiene instrumentos de metal y de madera, pero no de percusión”.9. Según la Biblioteca de Consulta ENCARTA: “Banda de Música formada por instrumentos de viento y percusión / Banda de Música de carácter jocoso / (voz onomatopéyica)”. En esta enciclopedia encontramos también otros documentos muy interesantes y que nos muestran como son las charangas y sus diferentes concepciones: Tonga: Música de Charanga. “Los misioneros europeos dieron forma al desarrollo de la música de Tonga (Monarquía independiente de la Polinesia). Los himnos de iglesia han sido adaptados de sus predecesores europeos dando lugar a un característico estilo de canto coral en la isla. Mientras que la música vocal predomina en Tonga, las charangas y las bandas de cuerda, también introducidas por los europeos, son importantes géneros contemporáneos. Esas bandas o charangas interpretan un repertorio mixto con canciones propias de Tonga y de otros lugares de la Polinesia junto con música occidental. Las escuelas, iglesias y organismos civiles constituyen estas bandas, que con su música realzan los actos públicos. Los concursos de bandas son también muy populares. En las representaciones típicas hay una parte cantada acompañada tan solo de unos pocos instrumentos. El ejemplo (se refiere a la grabación sonora de la Enciclopedia Encarta) ofrece la actuación de una banda de un instituto en Festival Agrícola Real”. El songo cubano. “A principios del siglo XX, un estilo de música popular creada a finales del siglo XIX, llamada charanga Francesca, dominaba el sonido de las bandas militares en Cuba. Esta nueva música de baile se basó en una amplia sección rítmica formada por piano, bajo, timbales y percusión. Con los años, grupos populares que interpretaban diversos ritmos de baile popular utilizaron esta estructura rítmica. En este ejemplo (se refiere a la grabación sonora de la Enciclopedia Encarta), un grupo cubano de danza interpreta una ecléctica síntesis de la música popular afrocubana y norteamericana basada en el ritmo songo”. Danzón. “...La música del danzón es, en muchas ocasiones, una adaptación de canciones populares y, a veces, incluso, fragmentos de música clásica. Ello significa que no tiene una melodía propia, sino que son los arreglos orquestales los que imprimen la cadencia al baile. Se dice que el primer danzón (Las alturas de Simpson) se tocó en Cuba el 12 de agosto de 1877. Inicialmente lo interpretaban orquestas típicas compuestas por violines, contrabajo, trombón, cornetín, clarinete, trompeta y güiro, con el que se marca el ritmo. Cuando este baile cobró auge surgieron las charangas o danzoneras, en las que no falta el piano, la flauta, el violín, las pailas, el contrabajo y el güiro...” Cha-cha-cha. “...Normalmente lo interpreta una charanga que contenga flauta, violines y percusión, o bien, una orquesta típica...” Rubén González. (1919) “Pianista y compositor cubano de reconocido prestigio en todo el mundo... Estudió piano e ingresó en la Facultad de Medicina de la Universidad de la Habana, pero no llegó a terminar la carrera. En la década de 1940 tocó con las charangas de Paulina Álvarez y Paulín, con las bandas de jazz Siboney y Riverside, con Arsenio Rodríguez, Kubavana y Senén Suárez. Luego estuvo en la Orquesta América, en la de Enrique Jorrín y en la CMQ, y grabó un álbum con piezas instrumentales para piano. Más tarde abandonó Cuba y se instaló en Venezuela, donde vivió hasta el año 1961. De regreso a su país natal, siguió tocando con los más grandes músicos de la isla hasta que el proyecto dirigido por Nick Gold en los estudios Egrem de La Habana le dio a conocer al resto del mundo. Este proyecto se materializó en 1997 en tres discos que ya son un hito en la más reciente historia de la música popular del siglo XX: A Toda Cuba Le Gusta, Buena Vista Social Club e Introdiccing... Rubén González”. Brian Ferneyhough. (1943 - ) “Compositor británico contemporáneo. Su primer contacto con la música fue a través de bandas y charangas. Mientras estudiaba en la Birmingham School of Music descubrió las obras de Anton Webern, Stockhausen y Boulez. Estudió composición en la Royal Academy of Music con Berkeley... Desde principios de la década de 1970, su prestigio como compositor era ya indiscutible. Ha impartido clases en Friburgo, en la Darmstadt Summer School, en el conservatorio de la Haya y en las universidades de California y San Diego...” 10. Y para concluir este apartado presentamos a un importante compositor estadounidense: Aaron Copland (1900-1990). Una de sus composiciones más famosas se llama precisamente: “Charanga para un hombre corriente”. El término Charanga se toma en este caso como sinónimo de Fanfarria (para comprobar su parecido con el francés y el italiano, ver punto nº 1, página 7) por lo que también se conoce a esta composición con este otro título: “Fanfarria para un hombre común”. El término Fanfarria aparece con diversos significados: “Conjunto musical ruidoso” / Banda militar de música / Composición musical para trompetas de la caballería o para trompas de caza / Por extensión, cualquier música ejecutada por un conjunto de metales / Conjunto o formación de instrumentos de metal...”. Es decir, coincide en muchas ocasiones con el concepto de charanga. Si escuchamos precisamente esta obra para metales y percusión, podemos comprobar que es una de las músicas más hermosas y espectaculares que se han compuesto y que de ruidosa no tiene absolutamente nada...Tomado del Blog el Vicio de la Salsa.

domingo, 12 de julio de 2015

El Guaguacó

El ritmo de mayor fuerza de la música cubana comenzó siendo un coro, con una estructura que acoplaba hasta 150 voces entre solistas, tonistas, censores y coros mixtos. Estos coros que se denominaron coros de clave, se convirtieron hacia los años veinte del siglo xx en el canto del guaguancó. Éste tiene dos partes: una inicial, a modo de relato, que realiza un solista que canta como si estuviera conversando con el tambor, ya que este último improvisa entre texto y texto. La segunda parte del canto está formada por un coro que repite continuamente un estribillo, mientras el solista improvisa fragmentos de la historia narrada. La introducción tiene un compás de 2/4 y la conclusión de 6/8. Se interpreta con tres tambores de diferente afinación: una tumbadora, que da el sonido agudo; un quinto, que da el sonido grave; y un requinto, un tambor un poco más pequeño confeccionado en cedro. Los primeros bailes de guaguancó eran conocidos como rumbas de cajón por el uso de este último instrumento, junto a otro tambor pequeño conocido como guagua. Dichas rumbas se presentaban en el puerto de la Habana, de donde salieron sus mayores exponentes. Entre los compositores se destacó Gonzalo Asencio conocido como Tío Tom y que en los años treinta hizo famosas sus creaciones: Bemba Colorá, Consuélate Como Yo, Changó Va’ Vení y Regañado Corazón. Entre los interpretes se destacaron: Virgilio Martí, Carlos Embale, Celeste Mendoza, y diversas agrupaciones cubanas de voces y percusión como: Los Muñequitos de Matanzas,Los Papines y el dúo Patato y Totico.                                            Tomado del Libro:                                    La Salsa  un Estado de ánimo de José Ateaga                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                             

El Día en que la Industria Quiso Acabar con la Salsa

Análisis del fenómeno urbano de la salsa
La salsa, sin duda, es un fenómeno digno de estudiar socio lógicamente  un género que integra la cultura del barrio, la calle, la poesía urbana con el sabor del Caribe, además de poseer estructuras musicales complejas que se llenan de armonías y contrapuntos a ritmo de clave. Es una música hecha para el “Bailador”. Es una consecuencia del intercambio cultural  que nació de la presencia del continente de Ébano en las Antillas caribeñas y se adentró en la esencia del latinoamericano. La salsa nace como la  esperanza del latino, y su poesía habla de cosas cotidianas de la gente. Su raíz está en el “Son Cubano”, que a su vez es producto de una diversa interacción cultural, evidenciada en la rumba y algunos palos del flamenco, así como con ritmos de la madre África y de las músicas occidentales de salón.
En la cosmopolita Nueva York el “Son Cubano” se aderezó con el pensamiento y sentimiento latinoamericano, con esa cultura un tanto subterránea que surge de la necesidad del inmigrante de afianzar su identidad, naciendo así este estilo musical. A través del saoco, la rumba y la fiesta, la salsa es un ente generador de conciencia social, que abarca el sentimiento latino. Para seguir añadiéndole elementos al guiso, en la gran manzana, la Salsa se influenció del lenguaje de Dizzy Gillespie,  Duke Ellington, Thelonius Monk, Charlie Parker, Coltrane, y varios más,  abriéndose  no solo a la improvisación jazzistica sino también incorporando el modo de estructurar armónicamente tanto de las Big Bands y sus secciones de metales, como de las bandas de Swing. La salsa es un compendio de ritmos musicales del caribe, marcados por un patrón llamado la “Clave”.
¿Qué es la clave?
Es una célula rítmica que se basa en un patrón africano que está en 6/8 y que con el tiempo se transformó en una estructura binaria en 4/4 que tiene tres notas seguidas, un  silencio y luego dos notas. Para contarlo tienes que cantar: un, dos, tres – un, dos, pero con ese saborcito típico de la herencia africana. Hay dos formas de hacerla, a modo de información general, y es empezando con los tres tiempos (un, dos, tres – un, dos)o hacerlo al sentido contrario (un, dos – un, dos, tres). La salsa tiene que estar en clave y si está “fuera de la clave”, hace que el sentido rítmico suene “cruzao”, o “Volteao”. Cuando la música está en clave hay como un alivio, es como  quien se toma un Alka Seltzer cuando tiene pesadez estomacal, y si no, para los que conocen del tema, cuando está fuera de clave, uno siente que algo no está bien, es como se siente uno después de comerse un mondongo con aguacate y arepas.
El nombre de la Salsa
Varias fuente se atribuyen la creación del nombre de este género musical. Sin embargo, hasta los años cincuenta,  se hablaba de sones y guarachas; no se conocía esta música con el calificativo de salsa. Quizás la versión más clara es como la plantea Cesar Miguel Rondón, en su excelente obra: “El libro de la Salsa”. Ahí Cesar menciona a Phidias Danilo Escalona quien era un locutor de radio Venezolano  como el autor del término “Salsa”. El tenía un programa radial llamado “La hora de la Salsa”. Como la “Salsa” es una mezcla exquisita de ingredientes musicales, ese calificativo le vino bien al género. La salsa estructuralmente posee diversas secciones, que a manera de información pueden ser interesantes. Células musicales con estructuras instrumentales específicas como el mambo, la moña, los solos de percusión,  de piano, de trompeta, tres cubano  o cuatro puertorriqueño que es el instrumento que toca el gran “Yomo Toro”, son fundamentales para entender la esencia de este género musical.
Del Copacabana al Maní
Además de su  contenido social, la Salsa es una música hecha para el  baile, hecha con la intención de mover el esqueleto. A lo largo de su historia, la Salsa ha tenido sus espacios, desde el tradicional Tropicana, donde se armaron las rumbas legendarias en la Cuba de Batista, el legendario Copacabana y el Madison Square Garden, donde eran famosas las rumbas en Nueva York, o en Venezuela en locales como el Hipocampo, el Sarao,  y un par que marcaron  a mi generación, ya que eran los sitios donde tocaban mis amigos, como lo han sido “La Delia” y después el “Maní”. Estos son espacios de encuentro, de la música venida del barrio abriendo su presencia en la urbe. Espacios necesarios para la multiculturalidad de una ciudad.
El principio del fin:”la Salsa Erótica” o más bien “Errática”
A principio de los ochenta, los sectores comerciales de la industria empezaron a promover una cosa llamada “Salsa Erótica”. Este estilo consiste básicamente en baladas a ritmo de clave, en donde no existen  moñas ni mambos, donde los cantantes pasan de ser unos grandes inspiradores, genios de la improvisación, del swing de la calle, a ser unos niños bonitos que cantan versos aprendidos. La estructura musical tan sofisticada se pierde. El fraseo que, como en el caso de Cheo Feliciano, flota sobre el ritmo, ya no existe. Son fórmulas mecánicas y acartonadas, en donde el sentimiento de las raíces africanas en nuestra contemporaneidad se disipan ante un fraseo baladístico, generando unos melismas tan enredados (estos son esos “gritícos”,  así como si les estuvieran pisando el juanete que tienen los cantantes de “Salsa” y la mayoría de los baladistas de ahora) en donde cuesta incluso adivinar cual es la melodía. Acá empezó el principio del fin. Solo unos pocos criticábamos en su momento ese sacrilegio musical, hasta el momento en que se perdió la clave y la inspiración. Por eso siempre hay que ver las cosas en perspectiva. Es necesario seguir críticos ante la situación, pero el mundo de  la mentira musical es muy poderoso y descalificador, por lo que la calidad ha pasado a un segundo plano. Lo importante es la imagen, no la música. Haciendo una analogía, imagínense un equipo de futbol lleno de niños bonitos, en el que ni Maradona, ni Pelé, ni siquiera Messi tendrían nada que buscar.
¿Será que se acabaron los Soneros?
El “Sonero” es la pieza fundamental de la salsa, lo más importante que debe tener: su capacidad para contar una historia, hablar con el ritmo y realizar las inspiraciones, que como la misma palabra lo dice, tienen que ser con inspiración. El “Sonero” es un cantante vinculado a la calle, a la improvisación,  a la cadencia del ritmo. El verdadero “Sonero” debe tener rapidez mental, es en esencia un contrapunteador,  un interlocutor de poesía urbana instantánea. Tiene que tener esa chispa y velocidad que han tenido un Oscar de León, un Maelo o un Héctor Lavoe.
El día que la industria quiso acabar con  la salsa
La industria de la música es gran responsable de que un fenómeno sociocultural, como lo es la salsa, haya perdido el espacio que le pertenece, y, en consecuencias, de una constante agresión a la calidad de música que recibe la audiencia. La música se dividió entre arte y entretenimiento, los agentes de la mediocridad han buscado la forma de seguir inventando mentiras musicales, alejándose cada vez mas de la identidad y cerrándole espacios a la buena música. Si fuera por los ejecutivos de las disqueras no tendríamos un Pedro Navaja, la canción de salsa con mas copias vendidas, porque los ejecutivos decían que era demasiado larga. Tampoco tendríamos a un Juan Luis Guerra porque se basa en la música de su país o  nos perderíamos de tantos músicos que la industria ha tenido que aceptar porque no le ha quedado mas remedio. Yo invitaría a muchos de los ejecutivos de la industria de la música a reflexionar sobre lo que son las expectativas de calidad y de lo que debería ser una actitud ética ante la música. La “Salsa” es un género musical completo y complejo, es una música que,  aunque su finalidad es la de bailar, te pone a pensar. De la amalgama comercial con influencia caribe, están  el reguetón, la bachata y tantos otros géneros que surgen efímeramente como novias de un día.  A diferencia de esto, “La salsa” fue, es y será,  un género con personalidad e identidad. Para tocar salsa, hay que tener conocimiento de la música, la armonía y el ritmo, no es una música tan obvia como las que recientemente ha impuesto la industria de la música. Un Palmieri, Papo Luca, Tito Puente, Larry Harlow, Johnny Pacheco, Alberto Naranjo con su Trabuco Venezolano, están muy lejos de un lenguaje básico y superficial, ellos son genios del conocimiento.
Luego tiene que haber una búsqueda por la calidad de los textos de nuestra música popular. Pablo Pueblo, Plástico, Calle Luna, Las caras lindas, son emblemas de una conciencia social a través de la música. Creo que se puede esperar un milagro. Que la gente que maneja la industria entienda que tiene una obligación moral con la educación de generaciones futuras,  que tiene que existir una apuesta por la calidad, porque si no, sus propios hijos pueden ser víctimas de la mediocridad musical, convirtiéndolos en seres vacíos. Después no podrán quejarse si sus hijos lo que escuchan es Reggaeton o alguna otra cosa así . No se puede ser tan cortoplacista, y toda acción genera una reacción. La educación es una responsabilidad que tenemos todos y cada uno de nosotros puede hacer mucho desde su propio espacio. Hay que seguir bregando hacia un nuevo camino.
“Tengan fe, que esto no se acaba aquí”.

Espero que la salsa renazca como el Ave Fénix de sus cenizas y surja así un nuevo modelo de música basada en los géneros populares latinoamericanos, en donde lo importante sea el mensaje. Que la buena música latina deje de estar en un espacio casi subterráneo y que exista una apuesta por el sonero que inspira creativamente la poesía. Que un Rubén Blades o Juan Luis Guerra, no sean la excepción, sino parte de todo un acervo creativo, ingenioso, de calidad. Hay muchas personas que se mantienen firmes creyendo en el género como una fuerza de expresión, con esa necesidad de generar ideas. Cuando escuchamos a los Jóvenes del Barrio, a un grupo Niche, a los Seis del Solar con mi admirado Rubén Blades o a mi hermano Alfredo Naranjo con su Guajeo, o cuando vemos soneando a un caballo (como se le dice a los grandes) como lo es Marcial Istúriz, que es parte de esta generación de relevo, nos damos cuenta que no todo está perdido y que el futuro existe. Lo que hay que hacer es seguir luchando por los espacios de calidad y esto, mis amigos, es una responsabilidad de todos nosotros como generación, como seres pensantes y como forjadores de futuro. No podemos seguir dejándole el futuro a la mediocridad. La Salsa es una verdad en el universo cultural latinoamericano y no podemos seguir dejando que la usurpen los farsantes.                                             Autor: Aquiles Baez

Análisis delFfenómeno Urbano de la Salsa

Análisis del fenómeno urbano de la salsa
La salsa, sin duda, es un fenómeno digno de estudiar socio lógicamente  un género que integra la cultura del barrio, la calle, la poesía urbana con el sabor del Caribe, además de poseer estructuras musicales complejas que se llenan de armonías y contrapuntos a ritmo de clave. Es una música hecha para el “Bailador”. Es una consecuencia del intercambio cultural  que nació de la presencia del continente de Ébano en las Antillas caribeñas y se adentró en la esencia del latinoamericano. La salsa nace como la  esperanza del latino, y su poesía habla de cosas cotidianas de la gente. Su raíz está en el “Son Cubano”, que a su vez es producto de una diversa interacción cultural, evidenciada en la rumba y algunos palos del flamenco, así como con ritmos de la madre África y de las músicas occidentales de salón.
En la cosmopolita Nueva York el “Son Cubano” se aderezó con el pensamiento y sentimiento latinoamericano, con esa cultura un tanto subterránea que surge de la necesidad del inmigrante de afianzar su identidad, naciendo así este estilo musical. A través del saoco, la rumba y la fiesta, la salsa es un ente generador de conciencia social, que abarca el sentimiento latino. Para seguir añadiéndole elementos al guiso, en la gran manzana, la Salsa se influenció del lenguaje de Dizzy Gillespie,  Duke Ellington, Thelonius Monk, Charlie Parker, Coltrane, y varios más,  abriéndose  no solo a la  improvisación jazzistica sino también incorporando el modo de estructurar armónicamente tanto de las Big Bands y sus secciones de metales, como de las bandas de Swing. La salsa es un compendio de ritmos musicales del caribe, marcados por un patrón llamado la “Clave”.
¿Qué es la clave?
Es una célula rítmica que se basa en un patrón africano que está en 6/8 y que con el tiempo se transformó en una estructura binaria en 4/4 que tiene tres notas seguidas, un  silencio y luego dos notas. Para contarlo tienes que cantar: un, dos, tres – un, dos, pero con ese saborcito típico de la herencia africana. Hay dos formas de hacerla, a modo de información general, y es empezando con los tres tiempos (un, dos, tres – un, dos)o hacerlo al sentido contrario (un, dos – un, dos, tres). La salsa tiene que estar en clave y si está “fuera de la clave”, hace que el sentido rítmico suene “cruzao”, o “Volteao”. Cuando la música está en clave hay como un alivio, es como  quien se toma un Alka Seltzer cuando tiene pesadez estomacal, y si no, para los que conocen del tema, cuando está fuera de clave, uno siente que algo no está bien, es como se siente uno después de comerse un mondongo con aguacate y arepas.
El nombre de la Salsa
Varias fuente se atribuyen la creación del nombre de este género musical. Sin embargo, hasta los años cincuenta,  se hablaba de sones y guarachas; no se conocía esta música con el calificativo de salsa. Quizás la versión más clara es como la plantea Cesar Miguel Rondón, en su excelente obra: “El libro de la Salsa”. Ahí Cesar menciona a Phidias Danilo Escalona quien era un locutor de radio Venezolano  como el autor del término “Salsa”. El tenía un programa radial llamado “La hora de la Salsa”. Como la “Salsa” es una mezcla exquisita de ingredientes musicales, ese calificativo le vino bien al género. La salsa estructuralmente posee diversas secciones, que a manera de información pueden ser interesantes. Células musicales con estructuras instrumentales específicas como el mambo, la moña, los solos de percusión,  de piano, de trompeta, tres cubano  o cuatro puertorriqueño que es el instrumento que toca el gran “Yomo Toro”, son fundamentales para entender la esencia de este género musical.
Del Copacabana al Maní
Además de su  contenido social, la Salsa es una música hecha para el  baile, hecha con la intención de mover el esqueleto. A lo largo de su historia, la Salsa ha tenido sus espacios, desde el tradicional Tropicana, donde se armaron las rumbas legendarias en la Cuba de Batista, el legendario Copacabana y el Madison Square Garden, donde eran famosas las rumbas en Nueva York, o en Venezuela en locales como el Hipocampo, el Sarao,  y un par que marcaron  a mi generación, ya que eran los sitios donde tocaban mis amigos, como lo han sido “La Delia” y después el “Maní”. Estos son espacios de encuentro, de la música venida del barrio abriendo su presencia en la urbe. Espacios necesarios para la multiculturalidad de una ciudad.
El principio del fin:”la Salsa Erótica” o más bien “Errática”
A principio de los ochenta, los sectores comerciales de la industria empezaron a promover una cosa llamada “Salsa Erótica”. Este estilo consiste básicamente en baladas a ritmo de clave, en donde no existen  moñas ni mambos, donde los cantantes pasan de ser unos grandes inspiradores, genios de la improvisación, del swing de la calle, a ser unos niños bonitos que cantan versos aprendidos. La estructura musical tan sofisticada se pierde. El fraseo que, como en el caso de Cheo Feliciano, flota sobre el ritmo, ya no existe. Son fórmulas mecánicas y acartonadas, en donde el sentimiento de las raíces africanas en nuestra contemporaneidad se disipan ante un fraseo baladístico, generando unos melismas tan enredados (estos son esos “gritícos”,  así como si les estuvieran pisando el juanete que tienen los cantantes de “Salsa” y la mayoría de los baladistas de ahora) en donde cuesta incluso adivinar cual es la melodía. Acá empezó el principio del fin. Solo unos pocos criticábamos en su momento ese sacrilegio musical, hasta el momento en que se perdió la clave y la inspiración. Por eso siempre hay que ver las cosas en perspectiva. Es necesario seguir críticos ante la situación, pero el mundo de  la mentira musical es muy poderoso y descalificador, por lo que la calidad ha pasado a un segundo plano. Lo importante es la imagen, no la música. Haciendo una analogía, imagínense un equipo de futbol lleno de niños bonitos, en el que ni Maradona, ni Pelé, ni siquiera Messi tendrían nada que buscar.
¿Será que se acabaron los Soneros?
El “Sonero” es la pieza fundamental de la salsa, lo más importante que debe tener: su capacidad para contar una historia, hablar con el ritmo y realizar las inspiraciones, que como la misma palabra lo dice, tienen que ser con inspiración. El “Sonero” es un cantante vinculado a la calle, a la improvisación,  a la cadencia del ritmo. El verdadero “Sonero” debe tener rapidez mental, es en esencia un contrapunteador,  un interlocutor de poesía urbana instantánea. Tiene que tener esa chispa y velocidad que han tenido un Oscar de León, un Maelo o un Héctor Lavoe.
El día que la industria quiso acabar con  la salsa
La industria de la música es gran responsable de que un fenómeno sociocultural, como lo es la salsa, haya perdido el espacio que le pertenece, y, en consecuencias, de una constante agresión a la calidad de música que recibe la audiencia. La música se dividió entre arte y entretenimiento, los agentes de la mediocridad han buscado la forma de seguir inventando mentiras musicales, alejándose cada vez mas de la identidad y cerrándole espacios a la buena música. Si fuera por los ejecutivos de las disqueras no tendríamos un Pedro Navaja, la canción de salsa con mas copias vendidas, porque los ejecutivos decían que era demasiado larga. Tampoco tendríamos a un Juan Luis Guerra porque se basa en la música de su país o  nos perderíamos de tantos músicos que la industria ha tenido que aceptar porque no le ha quedado mas remedio. Yo invitaría a muchos de los ejecutivos de la industria de la música a reflexionar sobre lo que son las expectativas de calidad y de lo que debería ser una actitud ética ante la música. La “Salsa” es un género musical completo y complejo, es una música que,  aunque su finalidad es la de bailar, te pone a pensar. De la amalgama comercial con influencia caribe, están  el reguetón, la bachata y tantos otros géneros que surgen efímeramente como novias de un día.  A diferencia de esto, “La salsa” fue, es y será,  un género con personalidad e identidad. Para tocar salsa, hay que tener conocimiento de la música, la armonía y el ritmo, no es una música tan obvia como las que recientemente ha impuesto la industria de la música. Un Palmieri, Papo Luca, Tito Puente, Larry Harlow, Johnny Pacheco, Alberto Naranjo con su Trabuco Venezolano, están muy lejos de un lenguaje básico y superficial, ellos son genios del conocimiento.
Luego tiene que haber una búsqueda por la calidad de los textos de nuestra música popular. Pablo Pueblo, Plástico, Calle Luna, Las caras lindas, son emblemas de una conciencia social a través de la música. Creo que se puede esperar un milagro. Que la gente que maneja la industria entienda que tiene una obligación moral con la educación de generaciones futuras,  que tiene que existir una apuesta por la calidad, porque si no, sus propios hijos pueden ser víctimas de la mediocridad musical, convirtiéndolos en seres vacíos. Después no podrán quejarse si sus hijos lo que escuchan es Reggaeton o alguna otra cosa así . No se puede ser tan cortoplacista, y toda acción genera una reacción. La educación es una responsabilidad que tenemos todos y cada uno de nosotros puede hacer mucho desde su propio espacio. Hay que seguir bregando hacia un nuevo camino.
“Tengan fe, que esto no se acaba aquí”.

Espero que la salsa renazca como el Ave Fénix de sus cenizas y surja así un nuevo modelo de música basada en los géneros populares latinoamericanos, en donde lo importante sea el mensaje. Que la buena música latina deje de estar en un espacio casi subterráneo y que exista una apuesta por el sonero que inspira creativamente la poesía. Que un Rubén Blades o Juan Luis Guerra, no sean la excepción, sino parte de todo un acervo creativo, ingenioso, de calidad. Hay muchas personas que se mantienen firmes creyendo en el género como una fuerza de expresión, con esa necesidad de generar ideas. Cuando escuchamos a los Jóvenes del Barrio, a un grupo Niche, a los Seis del Solar con mi admirado Rubén Blades o a mi hermano Alfredo Naranjo con su Guajeo, o cuando vemos soneando a un caballo (como se le dice a los grandes) como lo es Marcial Istúriz, que es parte de esta generación de relevo, nos damos cuenta que no todo está perdido y que el futuro existe. Lo que hay que hacer es seguir luchando por los espacios de calidad y esto, mis amigos, es una responsabilidad de todos nosotros como generación, como seres pensantes y como forjadores de futuro. No podemos seguir dejándole el futuro a la mediocridad. La Salsa es una verdad en el universo cultural latinoamericano y no podemos seguir dejando que la usurpen los farsantes.

martes, 11 de septiembre de 2012

RESEÑA DE CABALLO TEATRO (2007)





BAJO EL NOMBRE DE ‘UN ANIMAL DE FAENA’, HISTÓRICO Y EMBLEMÁTICO, COMO LO ES EL CUADRÚPEDO INFALTABLE DE LAS HISTORIAS GRIEGAS Y DE LOS CUENTOS DE HADAS, LA AGRUPACIÓN CABALLO TEATRO IMPULSA LAS ARTES ESCÉNICAS DETRÁS DEL TELÓN DE LA PARROQUIA SUCRE. HORACIO MÉNDEZ, MARILENA JARAMILLO, ALEXANDER RANGEL, DANIEL ASCANIO, NATHALY SANABRIA Y OTONIEL FERNÁNDEZ, SU DIRECTOR, SON LOS NOMBRES DE LOS INTEGRANTES DE CABALLO TEATRO, ORIUNDOS EN SU MAYORÍA DE CATIA, POPULOSO SECTOR DE LA PARROQUIA SUCRE DEL MUNICIPIO LIBERTADOR EN CARACAS. CONVERGIMOS HACE DIEZ AÑOS EN LA UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA COMO FACES-TEATRO Y PARA EL 2007 DECIDIMOS, GRADUADOS TOD@S DE LA UCV, CONFORMAR CABALLO TEATRO. NOS HEMOS PRESENTADO EN ENCUENTROS DE: ORIENTE, EN EL FESTIVAL DE ARTES ESCÉNICAS CALLEJERAS Y EN EL ENCUENTRO DE TEATRO POPULAR LATINOAMERICANO (ENTEPOLA), ENTRE OTROS. EN PROGRAMAS ARTÍSTICO-CULTURALES ASÍ COMO EN DIVERSAS COMUNIDADES POPULARES A LO LARGO Y ANCHO DE TODA CARACAS Y EN EL INTERIOR DEL PAÍS. DESDE EL INICIO NOS HEMOS PASEADO POR MONTAJES QUE ENFOCAN LA REALIDAD HUMANA DESDE ÉPOCAS RENACENTISTAS, COMO ‘LA FARSA DE MAESE PATHELIN’ Y EL CALDERERO, AMBAS DE AUTOR ANÓNIMO, HASTA MONTAJES SENCILLOS PARA PÚBLICOS PREFERIBLEMENTE INFANTILES.
 
        NUESTRO OBJETIVO CENTRAL EN PRINCIPIO ES DIVERTIR, LUEGO LA MISIÓN DIDÁCTICA.